Los
impactos ambientales más importantes de la minería están asociados con las
operaciones mineras y el procesamiento de los minerales. Estos impactos se
manifiestan en la erosión del paisaje y en el efecto en la calidad del suelo,
agua o aire. Los impactos potenciales
son reconocidos y abordados en las operaciones mineras recuperando áreas
perturbadas para prevenir la erosión, estabilizando los suelos que contienen
metales o químicos para evitar liberaciones indeseadas de metales al
ambiente, y previniendo o tratando la
contaminación del agua y controlando las emisiones al aire.
La
contaminación del suelo o la tierra es un problema a nivel global, pues aunque
haya zonas más dañadas el agua que circula por los suelos contaminados va a
parar a otras partes del mundo. Los suelos contaminados incluyen agua
contaminada y esto produce suelos infértiles, sequías, aguas no aptas para el
uso y más problemas. Los motivos de esta contaminación son básicamente las
actividades humanas. Como cada día empeora más la situación del medio ambiente
y peligra planeta, es mejor que busquemos formas de frenar estos daños y
prevenir su empeoramiento.
El
tratamiento del suelo
No
solo la acidez, sino los altos niveles de metal en los suelos pueden ser
dañinos para las plantas, los animales y, en algunos casos, las personas.
Un
enfoque común al lidiar con el suelo contaminado es colocarlo en depósitos
especialmente diseñados. Este enfoque puede ser muy costoso y controversial,
pero a veces es necesario. En este enfoque, el volumen y la toxicidad del suelo
no se reducen; el suelo solo es reubicado. En el futuro, los enfoques efectivos
de tratamiento del suelo dependen de una mejor comprensión de los riesgos
relacionados con los metales en los desechos mineros. Estos metales naturales
en los minerales tal vez no estén tan fácilmente disponibles en la biósfera y,
en consecuencia, no sean tan tóxicos como los metales en formas procesadas,
como el plomo en la gasolina.
Algunos
enfoques de tratamiento de suelos pueden incluir:
Utilizar
métodos químicos para estabilizar los metales en el suelo, volviéndolos menos
móviles y biológicamente disponibles.
Utilizar
bactericidas que detengan el crecimiento bacterial que promueve la oxidación de
la pirita y la consecuente formación de ácido sulfúrico.
Usar
geo membranas como barreras en la base de los botaderos o cubriendo zonas
perturbadas.
Inundar
de forma permanente los materiales de desecho que contienen pirita para cortar
la fuente de oxígeno, detener el desarrollo de condiciones ácidas y evitar la
movilización de los metales.
Para
evitar la contaminación del suelo,
es decir que esta empeore y conseguir reducir la ya presente, hay que tener en
cuenta cuáles son otras de las posibles
soluciones para la contaminación del suelo. Así, estos son algunos puntos a tener
en cuenta para llegar a conseguirlo en
nuestro día a día:
Reducir: hay que acordarse de las 3R y empezar
por reducir la cantidad de materiales y bienes que consumimos, debemos
responsabilizarnos y solo consumir lo necesario para no desperdiciar porque los
desperdicios y residuos contaminan y aceleran el desgaste del planeta. Así,
empieza por reducir y ahorrar en energía, materiales, alimentos y otros
productos.
Reutilizar: la siguiente R es la de reutilizar. Es
importante que cada producto que tengamos a mano lo usemos todo lo posible,
alargando su vida y utilidad al máximo. Esto reduce enormemente el consumo y
mal gasto de los recursos.
Reciclar: por último, la tercera R nos recuerda
que hay que reciclar los materiales cuando ya no podemos reutilizarlos más. De
esta forma se tratarán en las plantas especiales de reciclaje y este material
volverá a su estado básico para volver a fabricar otro producto nuevo, al que
le volveremos a dar el máximo de usos. Con estos tres primeros pasos se
disminuye considerablemente la contaminación del suelo.
Frenar la deforestación: otra acción importante para evitar la
contaminación de la tierra es ayudar a reducir al máximo la desforestación,
para conseguir que solo se talen árboles cuando es realmente necesario y no por
conseguir una mayor oferta en un mercado ya saturado, puesto que por ello
estamos dejando áreas enteras del mundo sin vegetación.
Plantar plantas y árboles: plantar árboles y todo tipo de plantas
es una de las mejores formas de ayudar a evitar la contaminación de la tierra,
ya que la vegetación protege los suelos y ayuda a mantener el equilibrio en
estos. Además, la vegetación es la mejor forma de limpiar el aire lo que
también ayudará a evitar el empeoramiento de este problema y a tener más
posibilidades de solucionarlo.
Resumen
Nombre del Articulo
Cómo evitar la contaminación del suelo
Descripción
La contaminación del suelo que se produce a menudo puede hacer que los terrenos acaben volviéndose estériles, es decir, que ya no podamos volver a utilizarlos para cultivar.