Daño en pulmones, lumbalgia, várices, carnosidades en los ojos, temblor en las manos y pérdida del equilibrio, son algunos de los problemas de salud que afectan frecuentemente a los mineros informales en la sierra y selva del Perú. Estas dolencias tienen que ver con las condiciones de riesgo en la que trabajan esas personas en el socavón en la sierra y los ríos en la selva.
A ello hay que añadir un factor altamente dañino: el contacto con el mercurio. Este metal es muy tóxico y, dependiendo de su concentración en el organismo, puede provocar diversas enfermedades neurológicas, como retardo mental en niños y alteraciones en la conducta y la coordinación motora del cuerpo en adultos.
El riesgo de muerte ocurre cuando se manipula directamente cianuro, sustancia letal al contacto y de creciente uso, sin control alguno, en el proceso de separación y purificación de los trozos de mineral extraído.
Del mismo modo, el uso del mercurio o cianuro y los procesos de fundición para obtener estos metales cotizados en condiciones inadecuadas tienen también un impacto nocivo sobre el medio ambiente al contaminar el aire.
Sucede que al entrar en contacto con el mercurio, el minero contamina su ropa y calzado. Al volver a su hogar tras la jornada diaria, sus prendas de vestir impregnadas con el metal tóxico llegan a contaminar a las personas que las tocan.
Cuando el mercurio ingresa al agua se convierte en “metil mercurio o mercurio orgánico”, compuesto que llega al ser humano a través de la cadena alimenticia y provoca daños neurológicos severos. El riesgo es mayor para las mujeres gestantes, porque sus hijos pueden nacer con retraso mental o malformaciones.
Son múltiples las enfermedades asociadas la actividad minera y su diversidad está íntimamente relacionada con la forma de extracción y las características de la mina, sumado a la susceptibilidad del trabajador para desarrollar la enfermedad, la exposición el tamaño de las partículas y la concentración o cantidad de sustancia a la que se expone.
Los efectos sobre la salud están directamente relacionados con la forma de ingreso al organismo como son: respiratoria, dérmica, digestiva o parenteral. Siendo la más común por vía respiratoria. La sintomatológica puede variar de acuerdo a las características físico químicas del mineral, caracterizándose por un deterioro lento y progresivo.
Neumoconiosis: Neumo-pulmon, Konis-polvo. Traduciéndose como la acumulación de polvo en los pulmones. En el caso de la minería la enfermedad es causada por contaminantes inorgánicos, generalmente se complica con tuberculosis.
Los síntomas principales de la neumoconiosis son: disnea, tos, anorexia, dolor torácico, insomnio, taquicardia, astenia, pérdida de peso, esténtores, cianosis, hemoptisis, fiebre, hipotensión arterial.
Existen otros riesgos asociados a la actividad, dentro de los más comunes el riesgo físico por temperatura, humedad, vibraciones, radiación. Riesgo psicosocial, propio de los ambientes y condiciones en las que el trabajador desarrolla su labor, riesgo químico por exposición diversas sustancias y biomecánicos por uso de herramientas manuales. El principal diagnóstico para estas afecciones es la radiografía de tórax y la espirometría.
La mejor forma de prevención es calificar y optimizar las competencias del personal técnico, adoptar y fortalecer medidas de seguridad, incluir sistemas mecanizados y desplazar sistemas manuales y uso de elementos de protección personal: protección respiratoria, equipo de aire comprimido.