Gran parte del desarrollo del Perú se debe a la minería. El sector minero contribuye activamente en las exportaciones nacionales, compras e inversiones. Por ejemplo, los productos mineros conformaron más del 60% del total de las exportaciones nacionales desde enero hasta mayo de 2012. De igual forma, en el año 2011 hubo más de 820,000 trabajadores vinculados a este sector, lo que demuestra que la minería también juega un rol sumamente importante en la generación de empleos directos e indirectos.
Por ejemplo, existen interesantes casos de éxito exportador, gracias a la generación de empleo indirecto de la minería, cuyos protagonistas son artesanos de diversos campos: platería, cerámica, retablos, orfebrería, confecciones, etcétera. Nada más motivador que ver los frutos del trabajo de peruanos admirados en el mundo. Por ellos es que seguiremos creciendo como un país emprendedor.
Cerca de 2.5 millones de peruanos dependen de la minería. De este número, alrededor de 180,000 son empleos directos y más de 500,000 son indirectos. Adicionalmente, 1.9 millones de peruanos dependen de quienes trabajan en dicho sector.
No hay mejor remedio para luchar contra la pobreza que la generación de empleo formal. Por ello, el Perú debe estar orientado hacia la justicia social, que significa producción con calidad y empleo con oportunidades para todos. Esto permitirá el bienestar de nuestro país.
Si consideramos la enorme cantidad de proyectos mineros que tienen Estudios de Impacto Ambiental (EIA) aprobados, los cuales demandarán una inversión de US$ 27,273 millones en los próximos cinco años, veremos que con su puesta en marcha se generará más de un millón de nuevos puestos de trabajo que, por supuesto, son formales.
Salud y Educación
Para la minería, la salud y educación son rubros muy importantes. Es fundamental trabajar por los niños y jóvenes de las comunidades, y brindarles acceso a una mejor calidad de vida, pues ellos son el futuro del país. Sin duda, este esfuerzo debe ser un trabajo dirigido por los Gobiernos, apoyado por las empresas y respaldado por las mismas poblaciones. Este trabajo conjunto se traduce en infraestructura educativa adecuada y apoyo en los procesos de enseñanza, es decir, mediante la incorporación de tecnologías de la información y la capacitación de los docentes, entre otros aspectos.
En el campo de la salud ocurre lo mismo. Existen innumerables proyectos de apoyo a la salud que se desarrollan año a año en el interior del Perú, como las alianzas estratégicas entre empresas mineras y asociaciones de médicos extranjeros, que llevan a cabo campañas médicas gratuitas en las zonas más recónditas del país. Estas iniciativas van acompañadas de donaciones importantes en equipos e infraestructura a los hospitales regionales, así como de entregas de medicinas y otros implementos médicos. Así, apoyamos puntualmente a la Sociedad Médica Peruano-Norteamericana (PAMS, por sus siglas en inglés) para sus actividades en Huancavelica y otras zonas del Perú.
Todo ello puede sonar muy positivo y beneficioso para las comunidades más necesitadas; sin embargo, estas iniciativas deben realizarse en un ambiente propicio de coordinación entre la empresa y el Estado, que permita a los ciudadanos de las zonas de influencia de la minería ser partícipes de los beneficios que esta actividad genera, y no solo beneficiarios esporádicos de campañas eventuales. El aporte debe ser sostenido y coordinado.
Compras Locales
Al igual que en el campo de la salud y educación, es necesario dar a conocer todos los ámbitos en que la minería aporta al desarrollo del Perú. Para eso, debemos comprender que la minería es una actividad que beneficia a todos: trabajadores, comunidades del entorno, la región donde se ubica la operación minera y, por lo tanto, al país.
Durante el año 2009, las adquisiciones totales de bienes y servicios superaron los S/. 19,000 millones. Es así que las empresas mineras se esfuerzan constantemente por fomentar y dinamizar las economías locales. La clave está en generar riqueza mediante la creación de cadenas productivas de bienes y servicios que permitan a los ciudadanos de las zonas de influencia de la minería ser partícipes de los beneficios que esta actividad genera.
Impuestos
El pago de impuestos de la actividad minera también cumple un rol de suma importancia para el crecimiento y desarrollo del país, porque genera recursos fiscales que son aprovechados en el financiamiento de ciertos gastos, como amortizar la deuda pública o cubrir el presupuesto de inversión y gasto corriente del Estado.
Uno de los principales problemas de la economía peruana es la informalidad, que se calcula entre el 50% y el 60% del PBI, lo cual redunda en la evasión tributaria. El sector minero peruano representa el 8% del PBI, aunque algunas fuentes sugieren que podría ser del orden del 15%. En una economía totalmente formal, la contribución del Impuesto a la Renta debería estar en línea con la contribución al PBI. Es así que encontramos un desbalance entre el 8% de la contribución al PBI y el 40% del Impuesto a la Renta de la minería debido a la gran informalidad de la economía peruana. La política tributaria deberá estar orientada en el futuro a ampliar la base tributaria y no a penalizar a los que ya contribuyen.
La minería, sin lugar a dudas, beneficia a los peruanos. Esto se refleja en más trabajo, nuevas carreteras, represamientos para almacenar agua en favor de la agricultura y la posibilidad de generar energía que permita llevar luz a los lugares más alejados del territorio nacional, entre otros beneficios. El efecto multiplicador de la minería es enorme, y eso también se refleja en los aportes a través del canon minero.