A pesar de ser una de las
contaminaciones de las que menos se habla, la contaminación sonora tiene
efectos muy negativos en la salud. De hecho, en algunos lugares como los
núcleos urbanos muy poblados o infraestructuras destinadas al transporte de
mercancías y pasajeros, el nivel de contaminación acústica suele ser demasiado
elevado de forma continua, durante las 24 horas del día, lo que llega a afectar
de forma muy grave a las personas y animales que viven en estos entornos.
¿Qué es la contaminación sonora?
Se puede definir la contaminación
acústica como el exceso de sonido que altera las condiciones normales del
ambiente de un determinado lugar. Es decir, se trata de un ruido que afecta a
la calidad de vida de las personas de diferentes maneras.
Las principales fuentes de ruido
suelen ser el transporte (aviones, trenes, metros, autobuses), la construcción
de edificios y las obras y, finalmente, las industrias. Otra de las fuentes de
ruido que se puede sumar a las anteriores es la que se produce cuando hay una
aglomeración de personas en un lugar: un concierto, un bar o una manifestación.
¿Te resultan familiares?
¿Cuáles son las consecuencias del ruido para la salud?
Las consecuencias del ruido en la
salud pueden variar de una situación a otra, pero, en general, se resumen en
las siguientes:
Pérdida de audición o escuchar
pitidos en los oídos.
Problemas de tipo psicológico
como la ansiedad, el estrés o la agresividad.
Problemas físicos como el aumento
de la presión arterial, el ritmo cardiaco o la frecuencia de la respiración.
Efectos relacionados con el sueño
y con el descanso, que producen consecuencias en la atención y en el
rendimiento tanto en la escuela como en el trabajo.
Como ves, son efectos que pueden
llegar a ser graves y tener consecuencias en nuestra vida y rutina diarias.
¿Pero sabes que también está en tus manos evitar la contaminación acústica?
¿Qué puedes hacer tú para luchar contra la contaminación sonora?
Desde la pequeña escala, también
podemos adquirir un importante papel en la lucha contra el ruido y tomar las
siguientes medidas para cambiar nuestros hábitos:
Salvo que sea absolutamente
necesario, evita utilizar vehículos a motor y usa, por ejemplo, una bicicleta
para desplazarte al trabajo.
Evita utilizar la lavadora y el
lavaplatos en horario nocturno para evitar el ruido y molestar a otras personas
que pueden estar descansando.
Cuando acudas a un bar o pasees
por la calle, evita hablar en alto o gritar.
Controla el volumen de la
televisión, de la radio o de la música que pongas en casa, especialmente en
horario nocturno.
Si tienes una mascota, edúcala
para que no cause molestias a otras personas.
Además de lo anterior, si te
expones habitualmente a niveles de ruido elevados, puedes tomar medidas para
proteger tu salud. ¡Aquí tienes algunas ideas!
Aísla adecuadamente tu casa para
evitar el ruido.
Utiliza una protección para los
oídos cuando utilices aparatos que generen ruidos.
No uses auriculares con música
muy alta.
Como puedes imaginar, se trata,
en definitiva, de que aprendas a disfrutar de la ausencia de ruido y de que,
entre todos y todas, respetemos el silencio y el descanso de las personas que
nos rodean. Implícate con la causa, y verás como tú y tu entorno no tardarán en
ver los resultados
Resumen
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¿Cómo reducir la contaminación sonora?
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A pesar de ser una de las contaminaciones de las que menos se habla, la contaminación sonora tiene efectos muy negativos en la salud.